Hay veces que una nueva equipación no supone la tradicional rutina anual de presentación, sorpresa y reacción al nuevo diseño que es frecuente desde hace años cada pretemporada (acabados del todo ya los tiempos en que los diseños duraban más de un año). Estos casos son, por supuesto, las siempre agradables ocasiones correspondientes a las finales que disputa el Sevilla, para las que el club habitualmente diseña nuevas camisetas, especiales para la ocasión y de uso exclusivo ese partido. Dicha práctica es poco habitual en otros clubes, ya que los equipos (al menos los acostumbrados a disputar finales como desde luego podría decirse que el Sevilla lo es) suelen usar sus equipaciones del año con alguna inscripción conmemorativa. Esta práctica dió lugar a que en los años de mayor bonanza deportiva llegarán a utilizarse hasta siete equipaciones en una misma temporada (como en la 2006-2007), lo que resulta a todas luces excesivo. Sin embargo, al disputar la final de la Europa League contra el Benfica en la temporada 2013-2014 el club decide lanzar un diseño especial, que en este caso puede entenderse ya que con Warrior desaparecieron -con buen criterio- las equipaciones exclusivamente europeas. Es esta equipación de la final de la Europa League 2013-2014, completamente blanca, la que nos ocupa en esta ocasión a través de una camiseta preparada para juego (no utilizada en la final) para el capitán Ivan Rakitic.